En relación al efecto antitumoral o antineoplásico es necesario destacar que a principios de la década de los noventa, el gobierno japonés declaró oficialmente al Ganoderma Lucidum como “planta coadyuvante en el tratamiento del cáncer’’.
En 1999 en, Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York, se publicó un artículo titulado: Actualidad de Asia. Estudios asiáticos en la quimioprevención del cáncer. La conclusión de este artículo fué : “Es necesario averiguar si existe una relación entre la baja mortalidad por cáncer en corea y el consumo habitual de las verduras o sustancias tradicionales como el ginseng o el ganoderma lucidum. Los contituyentes de estos dos productos prometen ser la esperanza futura para conquistar al cáncer en los años venideros’’. En el año 2005 Yuen y Goel, de la Universidad politécnica de Kowloon, Hong Kong, comentaba que hasta entonces se tenía al ganoderma lucidum como complemento alimenticio de apoyo para los pacientes con cáncer, pero no debería subestimarse su poder anticanceroso por que vienen sucediéndose estudios científicos con resultados que permitirían catalogar directamente al Ganoderma Lucidium como agente anticanceroso. En el año 2009, en una revisión sobre las acciones de algunas sustancias utilizadas en la fitoterapia tradicional, se realza el papel fundamental que puede jugar el Ganoderma Lucidum, tanto por su amplio espectro de acciones sobre el sistema inmunológico como por sus múltiples efectos anticancerosos. Los mecanismos de acción antitumorales del Ganoderma Lucidum son los que indicamos a continuación:
- Inhibición de la angiogénesios del tumor, esto es frena la formación de nuevo vasos sanguíneos que son los que facilitan su desarrollo. Restituye la apoptosis de las células cancerosas, puesto que estas han adquirido cierta capacidad de evitar la muerte (apoptosis) celular. Interfieren con el ciclo de reproducción celular de las células tumorales.
– Inhiben la acción de las telomerasas, que son sustancias que evitan la lesión de los telómeros a nivel de los cromosomas, evitando el envejecimiento y por ende la muerte celular. Justamente el Premio Nobel de Medicina del 2009 fue otorgado a los doctores Elizabeth Blakburn, Carol Greider y Jack Szostak por investigar este hecho.
– Mejora el sistema inmunológico con lo cual logra mejorar la depuración de células mutantes por parte de las células encargadas de este proceso.
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